literatura para reir, llorar o echarse un polvo

Mi foto
Literatura para reír, llorar y de vez en cuando, echarse un polvo.

jueves, 29 de octubre de 2015

Anoche vino un dolor azul y delgado
flotó tranquilo sobre mi cama
me di cuenta pero no quise hacer caso,
preferí cerrar los ojos,
olvidar y dormir.

No supe cuándo
pero él ya se había instalado en mi almohada,
se coló en mi sueño
como una dulce mariposa
reclamó recuerdos
que no quiero recordar,
los trajo de vuelta
de la misma forma en que el mar
devuelve a los ahogados.

El dolor azul encendió mi tristeza
en medio de la noche
sin por lo menos, estar despierta;
me hizo necesitar una mano,
tomé la mía porque no hay otra

Desperté sin saber si seguía aquí
intenté apagarlo,
lavé los trastes con vehemencia,
limpié el piso.
Lo sentí en el aire,
en la garganta,
lo sentí salir de mis ojos.

Nada pudo apagarlo,
ni el desayuno, ni el café,
ni el humo del tabaco.
Nada.

Es verdad que hay días 
que se viven con un estambre atorado
en la garganta.

Patricia M. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario