literatura para reir, llorar o echarse un polvo

Mi foto
Literatura para reír, llorar y de vez en cuando, echarse un polvo.

jueves, 29 de octubre de 2015

Nuestro amor reposa en otra época,

en otro tiempo.
quizás en el año pasado
o en una lejana semana santa.
Nosotros existimos
en viejas aguas de samaritana
en mis 23 años,
en las tardes lluviosas de café y tarta,
en las idas al súper
y en mi deseo de existir.

No sé quién fue el culpable de borrarnos
no sé si fuiste tú o fui yo,
o si fue el tiempo,
o los kilómetros,
o si fueron mis ganas del futuro.
no lo sé y es triste.
Ya no importa.

Nunca comprobamos conocernos.
Ya no vivimos en los ojos del otro,
y ya no nos duele nuestra ausencia.
Hemos cambiado,
ya no me quieres ni te quiero.
no recuerdo más tu voz,
ni tu risa,
ni tu mirada al acercarte.

De mí a tu lado recuerdo poco,
solo lo que me faltaba,
cosa mía, a final de cuentas.
Vacíos que ni tú llenaste.

¿Cómo habito mis espacios?
¿Cuál es la receta?
Ahora sentada frente al horno
me pregunto.

Soledades que queman nos han atravesado.
A mí la nostalgia me visita de madrugada,
a veces los días treinta;
y me da una buena zarandeada cuando viajo,
cuando me encuentro sola
en el asiento de un autobús
yendo a un lugar bello y desconocido,
cuando regreso a casa,
o cuando paso por tu calle.

No sé si uno termina algún día de sanar.
Es verdad que ya no te quiero más,
pero adoro la nostalgia de no tenerte.

Hay una sola cosa en todo esto que detesto:
la opresión en mi estómago al saber
que algún día de tu pecho crecerá una raíz,
y luego un árbol,
y con mi mala suerte también un fruto y un jardín.

Yo ahora habito en las esquinas de los libros,
en la risa de bebés que no son míos,
en el fondo de una botella de vino.

En las noches me recargo en mi almohada
Y descanso,
la cama ahora es toda mía.
Ya no te quiero pero siento frío,
y todavía me pregunto
si del lado derecho de tu cabecera,

ya se ha borrado mi firma.

Patricia M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario